LA PART DE SOCIAL EN NOUS – Sociologie clinique et psychothérapies

AA.VV. – Dirección: VINCENT DE GAULEJAC, CLAUDE COQUELLE

 

Un nuevo posicionamiento entre el ser del hombre y el ser de la sociedad, sus profundas e inextricables relaciones, influencias, conexiones e interacciones, se expone y desarrolla en el último libro de varios autores, “La part de social en nous. Sociologie clinique et psychothérapies”, dirigido por Vincent de Gaulejac y Claude Coquelle.

Este celebrado compendio de textos que edita Érès en la colección de sociología clínica hace un recorrido por la cuestión de las relaciones entre psicoterapia y sociología, no como disciplinas separadas con territorios especializados sino situándolas frente al mismo objeto, el aspecto psíquico de la existencia social del hombre. Si las ciencias sociales buscan describir y comprender la vida humana y los terapeutas responden a la demanda de los individuos a ellos dirigida para que les ayuden a vivir mejor, el reto de esta obra según Claude Coquelle es que las primeras y en particular la sociología aporten directa o indirectamente una respuesta a esta pregunta.

Se podría considerar que hay un avance y un relativo retroceso respecto a obras pioneras dentro de las ciencias sociales que utilizaron en sus métodos de investigación técnicas comunes a la sociología clínica como las historias de vida, cartas, documentos personales, obras literarias y poéticas de los participantes y que se consideran clásicas en esta materia. Tales son “El campesino polaco en Europa y América”(1918) de Thomas y Znaniecki y “Le métier d´educateur…” (1983) de Francine Muel- Dreyfus. Donde se trata de reconstruir el trabajo propiamente social de los fenómenos de reproducción y cambio en los emigrantes polacos y los fenómenos de identificación y cuestionamiento del puesto de trabajo de los educadores, así como el monumental compendio de relatos “La miseria del mundo” (1999) de Pierre Bourdieu, tan demostrativo de los cambios estructurales y de la violencia simbólica.

El rigor en el conocimiento, del lado de la investigación, será desplazado hacia un acercamiento resueltamente multirreferencial e integrativo, que comprende distintas disciplinas y se compromete en la práctica, siendo característica del objeto la existencia en un contexto inestable, cambiante y confuso (C. Coquelle), que se toma como tal antes de imponer clarificaciones artificiales y es el desafío que plantea la obra, del lado de la implicación y de la clínica.

Este desafío se apoya en dos modelos, el médico de la psicoterapia como representación social, más simple y estable y, entre otros, el modelo existencial con sus características universales, específicas y singulares. Con C. Coquelle la sociología clínica presenta esta doble cara, de una parte se mantiene como disciplina de investigación, de otra da un paso en cuanto es una práctica que apunta a producir efectos de transformación en las personas.

La obra está dividida en dos partes diferenciadas. Los primeros capítulos se dedican al examen del alcance terapéutico de las prácticas específicas de la sociología clínica. Entre los temas objeto de investigaciones anteriores están: psicología, psicoanálisis y ciencias sociales, un estudio histórico comparado (Annick Ohayon), construcción de un espacio clínico, apuestas epistemológicas, metodológicas, políticas y éticas (Vincent de Gaulejac), “emociones e historias de vida”, dialécticas de implicación, investigación, intervención (Elvia Taracena). Destacan los singulares trabajos de la periodista Isabelle Seret que se aproxima a la sociología clínica a través de los lazos que establece entre sus trabajos periodísticos y su historia de vida, presentando los resultados de un estudio entre causalidad social y sufrimiento psíquico. El recorrido terapéutico de Catherine Besse, abriendo toda una serie de cuestionamientos a los impasses personales y profesionales que lo atraviesan y que sin duda operan en este desafío de intervención de la sociología. Y la importante introducción de “clínica narrativa” de Christophe Niewiadomski a partir de la experiencia de los grupos de implicación e investigación, punto nodal para fijar los términos del discurso, su poder simbólico.

La segunda parte aborda el campo de la psicoterapia propiamente dicha en diálogo con las ciencias sociales y en particular con la sociología clínica. El encuentro de una psicoanalista con la sociología clínica, con el interrogante abierto si es o no es psicoterapia (Luce Janin-Devillars), las historias cruzadas de la Gestalt-Thérapie y la sociología clínica (Yves Mairesse), el psicoanálisis integrativo ante la mirada de la sociología clínica en los casos límite (Jean-Michel Fourcade), el interesante recorrido entre etnopsiquiatría y sociología clínica (Ting Chen), la psicoterapia sistémica, reemplazando la mirada del individuo por la de los contextos de los sistemas a los que pertenece (Françoise Julier-Costes), cómo ser psicoterapeuta sin ser un poco sociólogo (Claude Coquelle). Para concluir con el planteamiento de una clínica de la complejidad (Vincent de Gaulejac) que Boris Cyrulnik cierra con la pregunta ¿Podría concebirse una terapia sin Otro o hacer un relato de sí cortado del contexto social?

Un trabajo extraordinario, un encuentro productivo de gran riqueza entre distintas voces y diferentes especialidades, con importantes emergencias, donde para el sociólogo clínico ya no basta con el hecho social total de los clásicos, la búsqueda de las regularidades sociales de Bourdieu, ante su nuevo objeto, inestable por definición, los universales se complejizan, adquieren otras dimensiones, con el cruce de los particulares y singulares, abriéndose nuevas preguntas y nuevos campos a la investigación y a la práctica que implican también a otros  profesionales.

 

ISABEL CERDEIRA

Madrid, 6,10,2017